Un acontecimiento como este no es sólo una alegría para el ordenando y para toda la Iglesia que recibe de Dios otro sacerdote que le haga presente en el mundo.
El pasado día 17 de junio tuvo lugar, en la catedral castrense, la ordenación presbiteral de Ismael Montero Hernández. La ceremonia, presidida por el Arzobispo, Juan del Río Martín, estuvo concelebrada por los vicarios y por diversos sacerdotes, tanto del arzobispado castrense como de otras diócesis. También acudieron familiares y amigos del ordenando.
La celebración transcurrió con solemnidad aunque sin perder su sencillez. En su homilía el Arzobispo recordó a Ismael lo que significa ser sacerdote, más aún en esta diócesis nuestra donde las personas que la forman poseen unas características muy concretas, con sus necesidades concretas. La labor de un capellán, aunque pueda llamar la atención, es la de acompañar a los primeros servidores de España en sus labores, especialmente cuando salen en misión internacional donde los largos meses pasan factura en las vidas de nuestros militares.