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Homilías dominicales del Arzobispo Castrense

Vamos a iniciar en la medida de lo posible la difusión en audio de las homilías pronunciadas por Monseñor Juan del Río, ya que como es de todos conocidos, habitualmente no utiliza soporte escrito en las predicaciones. Con esta medida se pretende responder a la petición de muchos fieles, que por diversas circunstancias no pueden asistir a las celebraciones en la Catedral.

 

En este primer domingo del año, D. Juan del Río ha presidido la celebración dominical en la Iglesia Catedral Castrense, con la asistencia particular de los congregantes del Cristo de los Alabarderos, Cristo de la Fe y María Santísima Reina de los Ángeles, como es habitual todos los primeros domingos de cada mes.

El Señor Arzobispo en su homilía ha señalado como las lecturas de hoy nos preparan a la gran solemnidad de la Epifanía, el próximo miércoles. Destacando que hemos contemplado estos días a la familia de Nazaret, y hoy vemos que María y José tienen un tesoro: un niño que es verdadero Dios y verdadero hombre. Fijándose en la primera lectura, ha subrayado que Jesucristo no es sólo un personaje histórico, es la sabiduría de Dios Padre. Concluyendo que podemos ver quién es Dios y quienes somos nosotros adorando a la palabra hecha carne y asistiendo a la palabra humanada del hermano necesitado.

D. Juan del Rio Martín, Arzobispo Castrense de España, como es habitual ha presidido en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas (Madrid) a las 12.30 h. la celebración de la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, en el primer día del nuevo año 2021, que se presenta lleno de esperanza. Con esta celebración termina la octava de la Natividad del Señor.

El Señor Arzobispo ha iniciado su homilía con una reflexión sobre la noción del tiempo: "El tiempo cronológico es muy diferente al tiempo existencial, al tiempo divino y al tiempo sacramental, no somos esclavos del tiempo como lo eran los griegos. No creemos en el eterno retorno de las cosas, sino pensamos en un tiempo lineal, que tiene un fin: unos cielos nuevos y una tierra nueva, donde no haya tiempos de guerra y de calamidades. (...) Jesús muerto y resucitado es el Señor del tiempo. (...) El tiempo de Dios es tiempo del hombre por el misterio de la Encarnación. Y aquello que era eterno se hizo temporal en el seno virginal de María".

Haciendo referencia al acontecimiento de la Navidad y a la solemnidad del día ha señalado que "Dios Padre se nos revela en el acontecimiento de Belén, y nosotros como los pastores encontramos a un niño". 

El Arzobispo ha concluido sus palabras pidiendo al Señor que en este año nuevo nos bendiga, nos proteja del mal y nos libre de la pandemia.

En el día de hoy, el Señor Arzobispo ha presidido la celebración de la Santa Misa en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas.

En este domingo III de Adviento, celebramos la alegría de la pronta venida del Señor en carne mortal, hecho hombre en el humilde portal de Belén. En esta alegría, se suaviza el color morado hasta convertirse en rosa, significando el centro del tiempo de Adviento y partiendo desde hoy a la recta final del camino hacia Belén.
 
Por todo ello, la alegría que significa la venida del Señor en medio de nosotros, no puede ser arrebatada ni siquiera por la presente pandemia, ni por las restricciones propias para encarar las fiestas navideñas, sino que ese gozo de tener al mismo Señor morando entre nosotros, es motivo de no ser turbados por las vicisitudes del momento.

Así, si San Pablo nos anima a orar y dar gracias a Dios, es porque eso precisamente es algo que nos debe llenar de gozo y paz interior, sin tener en cuenta todo lo accesorio.
 
En definitiva, dejemos al Señor llegar a nuestra vida, a que sea el Esposo de su Iglesia, a que disminuyamos mientras Él crece, tal y como hizo san Juan Bautista, y tal y como debemos nosotros de tomar como ejemplo.
Al termino de la celebración, ha tomado posesión el nuevo Hermano Mayor y Junta de Gobierno de la Congregación del Santisimo Cristo de la Fe Cristo de los Alabarderos, y María Inmaculada Reina de los Ángeles.
Pedimos al Señor y a su Santísima Madre, que les ayude en su cometido.
 
Escucha la Homilía
 

 

Algunos Momentos

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La celebración del II Domingo de Adviento ha sido presidida por el Señor Arzobispo Castrense, acompañado del Secretario General de la diócesis y el Rector del Seminario.

En la homilía, el Señor Arzobispo ha subrayado que en este tiempo de Adviento, tenemos que llenarlo del sentido de Dios; que lo escabroso tiene que ser limpiado del hombre, para que el egoísmo no triunfe.
Dios aparece con la ternura de un pastor, un Dios cercano que nos promete el profeta Isaías, aunque esta promesa fue superada por el Emmanuel, el Dios con nosotros.

En este primer domingo de adviento, el arzobispo castrense ha comenzado la celebración en la catedral castrense de la santa misa bendiciendo la Corona de adviento. Dando lugar entoda la Iglesia al inicio del tiempo litúrgico, y las cuatros semanas de preparación del nacimiento del Hijo de Dios.

En el día de ayer, el Señor Arzobispo Castrense presidió la Santa Misa en la festividad de Cristo Rey del Universo.

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