El Papa Francisco ha elegido como lema para esta Jornada del domingo 15 de enero de 2017: “Menores migrantes, vulnerables y sin voz”. Ciertamente, los pequeños son quienes más sufren las graves consecuencias de la emigración: “muy a menudo, los niños llegan solos a los países de destinación y no siendo capaces de hacer escuchar la propia voz se vuelven fácilmente víctimas de graves violaciones de los derechos humanos”.
Ante un mundo con 65 millones de refugiados, el número más elevado de la historia, y una migración forzada alta, el Papa desea que la atención de los cristianos y de la opinión pública internacional se centre en este cuadro anómalo de la infancia migratoria que son los más vulnerables. El Obispo de Roma, señala que este éxodo del propio país es un drama mundial por el número de “hombres y mujeres, ancianos y niños que se ven obligados a abandonar sus casas con la esperanza de salvarse y encontrar en otros lugares paz y seguridad”. En otro apartado del Mensaje pontificio, denuncia de cómo: “La carrera desenfrenada hacia un enriquecimiento rápido y fácil lleva consigo también el aumento de plagas monstruosas como el tráfico de niños, la explotación y el abuso de menores en sus formas laboral y sexual”.
Ante este escandaloso drama no debemos quedarnos de brazos cruzados, ni mirar para otro lado, porque son seres humanos, iguales en dignidad que nosotros. La ayuda inmediata resulta vital, pero el Papa desea que los gobernantes vayan a las causas para «buscar y adoptar soluciones permanentes». Por eso pide afrontar el fenómeno «desde la raíz: las guerras, la corrupción, la pobreza y los desastres ambientales»
España, respondiendo a sus compromisos internacionales, está realizando a través de nuestros militares, guardias civiles y policías una valiosa participación en diversos programas de ayudas, protección y salvamento de emigrantes. Estas acciones son muy desconocidas por la opinión publica española, salvo cuando sucede un hecho llamativo como el ocurrido en vísperas de Navidad con el nacimiento de la hija de una emigrante a bordo de la fragata Navarra que participa en el programa SOPHIA, y que en los meses que lleva de navegación por las costas de Libia ha salvado a más de 2.700 personas.
Juan del Río Martín
Arzobispado Castrense de España