El triduo fue presidido por el capellán castrense del Regimiento del RACA93 Don Marcos J. Albertos Albertos, y los temas a tratados en él fueron sacados de las Bienaventuranzas. Estos fueron la Mansedumbre, la Humildad y la Pobreza. En sus homilías el páter nos explicó el verdadero significado de la mansedumbre dejando a un lado la ira, como poder llegar a ser cristianos humildes sin perder nuestro saber estar, cumpliendo con nuestro deberr a la pobreza, no solo dar materialmente sino saber acompañar y conocer a la persona que ayudamos, que a veces pasamos de largo de ellos sin saber porque llegaron a eso.
“Así, pues, pobres de espíritu son aquellos que, careciendo de bienes terrenales, saben vivir con dignidad humana los valores de una pobreza espiritual rica de Dios; y aquellos que, poseyendo los bienes materiales, viven el desprendimiento interior y la comunicación de bienes con los que sufren necesidad”, nos manifestó en una de sus homilías.
Las tres Eucaristías fueron amenizadas por el organista Don Carlos Ule, y participaron en ella miembros de la Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna, miembros de la Asociación de Señoras de Santa Bárbara y los feligreses de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna.
Al día siguiente del Triduo, el Regimiento continuo con la tradición de llevarle una ofrenda floral a la imagen de Santa Bárbara que se encuentra en la Catedral de La Laguna, que en años anteriores formó parte de dos Acuartelamientos en Santa Cruz de Tenerife, y que hace unos años fué donada a la Iglesia Catedral. Tras la ofrenda, el Coronel Don Carlos Latorre tuvo una locución a los presentes y nuestro páter Marcos J. rezó unas oraciones en honor a la Santa y nos dijo que esa imagen había escuchado muchas alegrías y tristezas de los artilleros cuando se encontraba en nuestros acuartelamientos.