La jornada comenzó con la visita a la residencia sacerdotal de Valladolid para saludar a los capellanes retirados residentes en la misma y una comida fraterna. La celebración Eucarística tuvo lugar en la Iglesia de Santiago, junto al clero local asistente y los capellanes castrenses.
Tras ello, se desarrolló la parada militar en la plaza mayor de Valladolid, en un ambiente festivo y multitudinario.
El desfile militar, junto al Escuadrón de Caballería de la Guardia Real, festejó por las calles de Valladolid la jornada. Que Santiago siga protegiendo a sus jinetes y su ejemplo redunde en el óptimo desarrollo de sus funciones.