Un año más y van cuatro, como ya viene siendo habitual, Caritas Parroquial Castrense de Granada (en adelante C.P.C.G), el pasado 11 de febrero, celebro en la Comandancia de la Guardia Civil, una comida solidaria.
Con una asistencia de 107 personas y una aportación económica para la silla cero satisfactoria, se pudo alcanzar la finalidad perseguida.
La comida estuvo presidida por el Tte. General Jefe del MADOC, Excmo. Señor, D. Jose Carrasco Gabaldón, junto a otros Generales en activo, reserva y retirados de la Plaza de Granada con sus respectivas esposas.
Tanto la asistencia como las aportaciones de la silla cero fueron el resultado de una labor divulgativa entre el personal en activo del MADOC, Base Aérea de Armilla, amigos del MADOC, Comandancia de la Guardia Civil y Grupo de Transporte IX de la AALOG-21 y entre el personal en reserva/retirado a través de la Hermandad de Veteranos.
El acto comenzó con unas palabras del Subdirector Angel Yuste Cañas agradeciendo la asistencia a todos los presentes y continuo con la lectura por parte del Secretario, Bartolomé Alonso Ojanguren, de una carta del Presidente, Jose Francisco Nistal Martinez, que actualmente se encuentra de misión en Adana (Turquía), el cual, no quiso dejar pasar la ocasión para hacerse presente, agradecer a todos los asistentes su colaboración y bendecir la mesa.
Carta está, que por lo emotivo de su contenido, se expone a continuación:
“Queridos amigos:
Desde la distancia, sólo geográfica, os saludo y os doy la bienvenida, un año más, a esta ya tradicional “olla de San Antón”, comida benéfica a favor de Cáritas parroquial castrense de Granada.
Bien sabéis que me hubiera gustado poder estar entre vosotros disfrutando, no sólo de la comida que, como siempre, Diego, habrá sabido elaborar con todo el gusto, sino, también, y más importante, del cariño y de la amistad que nos tenemos.
Es verdad que siento nostalgia, pero, como contrapartida, me siento un privilegiado pudiendo estar una vez más, y van 7, acompañando a los españoles que vistiendo con orgullo cualquier color de los uniformes de nuestras Fuerzas Armadas y Guardia Civil, miran de frente al deber y representan a nuestra Patria en sitios conflictivos con oficio, valor y discreción. Los mejores embajadores, y los soldados más admirados y queridos por sus cualidades y talante en todos los escenarios donde se hacen presentes.
Sé que, que por muy buena que esté la olla, que seguro, lo estará, muchos de los que estáis ahí, y otros que no están por diferentes motivos, me entendéis lo que digo y cambiaríais el plato de comida por un puesto en formación en Turquía o uno de los muchos sitios donde izamos la bandera de España con orgullo y emoción.
Esta comida benéfica siempre ha tenido, bajo mi punto de vista, un doble sentido.
Por una parte, fomentar la unión y el afecto entre todos los miembros de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil de Granada, sea cual sea la situación militar o familiar.
A nosotros se unen hoy un grupo de civiles a quienes acogemos con todo el cariño. No llevan el uniforme como vestido militar ni pende en sus roperos pero lo tienen, simbólicamente, como nosotros, cosido al corazón. Juntos, todos, formamos la familia militar en la que nadie puede sentirse incómodo y, menos, extraño. Una de las finalidades de esta comida es, por tanto, estrechar lazos.
Por otra parte, con vuestra presencia ahí y quienes hicieron su aportación y no pueden acompañaros, nos ayudáis a paliar un poco las necesidades que existen en algunos miembros de nuestra familia militar. No todos son tan afortunados como nosotros en este momento. Bien lo sabéis que hay quienes están pasando por pruebas y dificultades muy duras. Ellos son nuestro objetivo. Que sientan nuestro acompañamiento. Que sientan el apoyo y la ayuda para que la esperanza no desaparezca de sus horizontes. En el nombre de estas familias, a todos, muchas gracias.
Y, por último, me sale del corazón, dar las gracias públicamente, una vez más, y todas son pocas, a los voluntarios directamente implicados en la acción caritativa. Gracias por vuestro compromiso cristiano permanente de llevar sin desánimo AMOR, con mayúsculas, de múltiples formas, a los que menos cuentan socialmente. A los que nadie quiere a su lado. Gracias por vuestra implicación. Por cierto, nos faltan manos comprometidas de verdad para seguir juntando corazones, símbolo de nuestras caritas.
Deseo que paséis una magnifica comida y buena tarde y desde aquí bendigo esa sabrosa olla y, también, a todos y a cada uno de vosotros. Un fuerte abrazo a todos y BUEN PROVECHO !!!!!. Vuestro Páter, J. Francisco Nistal.”
A los postres, se efectuó la rifa entre los asistentes y se repartieron los regalos, que habían sido donados por empresas y UCO.s, de la Plaza de Granada.
Al finalizar el acto, Dª. Mercedes Fernandez-Shaw Domínguez, Presidenta de las Damas de Loreto de la Base Aérea de Armilla, hizo entrega a C.P.C.G, un donativo de quinientos euros (500 €) en nombre de esta Asociación.