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Confirmaciones en Mali

El Servicio Asistencia Religiosa de las Fuerzas Armadas (SARFAS) ha venido desarrollando durante los casi 6 meses de misión del contingente EUTM XXI, una serie de charlas destinadas a todos los miembros católicos.

El objetivo de estos encuentros era, en primer lugar, profundizar en el diálogo entre la razón y la fe, así como adquirir una mejor comprensión de la doctrina católica.

Durante los días 12 al 14 de mayo se celebró el 63 Encuentro Internacional de Militares por la paz en Lourdes-Francia. Este encuentro tenía como lema: "Que se construya aquí una Capilla". Donde han participado más de 14 mil militares de 30 nacionalidades, para orar juntos por la paz. De España participaron 600 peregrinos pertenecientes de las Fuerzas Armadas, Ejército de Tierra, Armada, Ejército del Aire y del Espacio, Cuerpos Comunes, Guardia Civil, Policía Nacional y familiares pertenecientes a los grupos anteriores. 

Libro de los Hechos

16/05/2023 - Martes de la 6ª semana de Pascua.

1ª lectura: Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 16, 22-34

En aquellos días, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados ordenaron que
les arrancaran los vestidos y que los azotaran con varas; después de molerlos a palos, los metieron en la
cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, los metió en la mazmorra
y les sujetó los pies en el cepo.

A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los otros presos los escuchaban.
De repente, vino un terremoto tan violento que temblaron los cimientos de la cárcel. Al momento se abrieron
todas las puertas, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la
cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pero
Pablo lo llamó a gritos, diciendo:

«No te hagas daño alguno, que estamos todos aquí».

El carcelero pidió una lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo y Silas; los sacó
fuera y les preguntó:

«Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?». Le contestaron:

«Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia».

Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa.

A aquellas horas de la noche, el carcelero los tomo consigo, les lavó las heridas, y se bautizó en seguida
con todos los suyos; los subió a su casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta de familia por haber
creído en Dios.

Salmo: Sal 137, 1-2a. 2bc y 3. 7c-8

R. Tu derecha me salva, Señor.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario. R.

Daré gracias a tu nombre
por tu misericordia y tu lealtad.
porque tu promesa supera tu fama
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R.

Tu derecha me salva.

El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R.

Aleluya Cf. Jn 16, 7.13

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

Os enviaré al Espíritu de la verdad - dice el Señor -;
él os guiará hasta la verdad plena. R.

 

Evangelio: Si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 5-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?” Sino que, por
haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo la verdad: os conviene que
yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré.

Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De
un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una
condena, porque el príncipe de este mundo está condenado».

1ª lectura: Todos pensaban y sentían lo mismo.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 4, 32-35

En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie
llamaba suyo propio nada de lo que tenía.

Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor.

Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras
o casas las vendían traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según
lo que necesitaba cada uno.

Salmo: Sal 1, 1-2. 3.4 y 6

R. Su gozo es la ley del Señor.

Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.

Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.

2ª lectura: El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra.

Lectura de la carta del apóstol Santiago 5,7-8. 11. 16-17

Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de
la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes,
porque la venida del Señor está cerca.

Llamamos dichosos a los que tuvieron constancia. Habéis oído ponderar la paciencia de Job y conocéis
el fin que le otorgó el Señor. Porque el Señor es compasivo y misericordioso.

Así, pues, confesaos los pecados unos a otros, y rezad unos por otros, para que os curéis. Mucho puede
hacer la oración intensa del justo. Elías, que era un hombre de la misma condición que nosotros, oró
fervorosamente para que no lloviese; y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Luego volvió
a orar, y el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos.

Aleluya Jn 15, 9b. 5b

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

Permaneced en mi amor - dice el Señor -;
el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante. R.

 

Evangelio: Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 15. 1-7

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca,
y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os
he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.

Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante;
porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se
seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen
en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará».

14/05/2023 - Domingo de la 6ª semana de Pascua.

1ª lectura: Les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 8, 5-8. 14-17

En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaria y les predicaba a Cristo. El gentío unánimemente
escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía, y los
estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y
lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.

Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaria había recibido la palabra
de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por ellos, para que recibieran el
Espíritu Santo; pues aún no había bajado sobre ninguno, estaban sólo bautizados en el nombre del Señor
Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.

Salmo: Sal 65, 1-3a. 4-5. 6-7a. 16 y 20

R. Aclamad al Señor, tierra entera.

Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre,
cantad himnos a su gloria.
Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!» R.

Que se postre ante ti la tierra entera,
que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres. R.

Transformó el mar en tierra firme,
a pie atravesaron el río.
Alegrémonos en él.
Con su poder gobierna eternamente. R.

Los que teméis a Dios, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica
ni me retiró su favor. R.

2ª lectura: Muerto en la carne pero vivificado en el Espíritu.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 3, 15 -18
Queridos hermanos:

Glorificad a Cristo el Señor en vuestros corazones, dispuestos siempre para dar explicación a todo el
que os pida una razón de vuestra esperanza, pero con delicadeza y con respeto, teniendo buena conciencia,
para que, cuando os calumnien, queden en ridículo los que atentan contra vuestra buena conducta en Cristo.

Pues es mejor sufrir haciendo el bien, si así lo quiere Dios, que sufrir haciendo el mal.

Porque también Cristo sufrió su pasión, de una vez para siempre, por lo pecados, el justo por los injustos,
para conducirnos a Dios. Muerto en la carne pero vivificado en el Espíritu.

Aleluya Cf. Jn 14, 23

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

El que me ama guardará mi palabra - dice el Señor -,
y mi Padre lo amará, y vendremos a él. R.

 

Evangelio: Le pediré al Padre que os dé otro Paráclito.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 15-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté
siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce;
vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros.

No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me
veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y
yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado
por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».

13/05/2023 - Sábado de la 5ª semana de Pascua.

1ª lectura: Pasa a Macedonia y ayúdanos.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 16, 1-10

En aquellos días, Pablo fue a Derbe y luego a Listra. Había allí un discípulo que se llamaba Timoteo,
hijo de una judía creyente, pero de padre griego. Los hermanos de Listra y de Iconio daban buenos informes
de él. Pablo quiso que fuera con él y, puesto que todos sabían que su padre era griego, por consideración
a los judíos de la región, lo tomó y lo hizo circuncidar.

Al pasar por las ciudades, comunicaban las decisiones de los apóstoles y presbíteros de Jerusalén, para
que las observasen. Las Iglesias se robustecían en la fe y crecían en número de día en día.

Atravesaron Frigia y la región de Galacia, al haberles impedido el Espíritu Santo anunciar la palabra
en Asia. Al llegar cerca de Misia, intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo consintió.

Entonces dejaron Misia a un lado y bajaron a Tróade. Aquella noche Pablo tuvo una visión: se le apareció
un macedonio, de pie, que le rogaba: «Pasa a Macedonia y ayúdanos».

Apenas tuvo la visión, inmediatamente tratamos de salir para Macedonia, seguros de que Dios nos
llamaba a predicarles el Evangelio.

Salmo: Sal 99, 1-2. 3. 5

R. Aclama al Señor, tierra entera.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades. R.

Aleluya Col 3, 1

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

Si habéis resucitado con Cristo,
buscad los bienes de allá arriba,
donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. R.

Evangelio: No sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 18-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros.

Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo
os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.

Recordad lo que os dije: “No es el siervo más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a
vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Y todo eso lo harán
con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió».

La Agrupación de Apoyo Logístico nº81 (AALOG 81) de la isla de Tenerife, ha celebrado los actos conmemorativos de la fundación de la unidad, en su trigésimo quinto aniversario. Estos tuvieron lugar en el Acuartelamiento de Ofra-Vistabella, y comenzaron a las 11.30 horas con una Eucaristía de acción de gracias, oficiada por el capellán castrense Marcos J. Albertos, y a la que han asistido el coronel jefe de la unidad, José Luis Bragado Candil y el Jefe de la Secretaría Técnica perteneciente a la Quinta Subinspección General del Ejército en Canarias, el coronel Francisco Escalante Martínez, acompañado de diferentes mandos y personal de tropa de las diferentes unidades militares de la isla.

12/05/2023 - Viernes de la 5ª semana de Pascua.

1ª lectura: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 15, 22-31

En aquellos días, los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron elegir algunos de ellos
para mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas, llamado Barsabá y a Silas, miembros
eminentes entre los hermanos, y enviaron por medio de ellos esta carta:

«Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia provenientes
de la gentilidad. Habiéndonos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alborotado
con sus palabras, desconcertando vuestros ánimos, hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y
enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han entregado su vida al nombre de nuestro Señor
Jesucristo. Os mandamos, pues, a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido,
el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne
sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de uniones ilegítimas. Haréis bien en
apartaros de todo esto. Saludos». Los despidieron, y ellos bajaron a Antioquía, donde reunieron a la
comunidad y entregaron la carta. Al leerla, se alegraron mucho por aquellas palabras alentadoras.

Salmo: Sal 56, 8-9. 10-12

R. Te daré gracias ante los pueblos, Señor.

Mi corazón está firme, Dios mío,
mi corazón está firme.
Voy a cantar v a tocar:
despierta, gloria mía; despertad,
cítara y arpa; despertaré a la aurora. R.

Te daré gracias ante los pueblos, Señor;
tocaré para ti ante las naciones:
por tu bondad, que es más grande que los cielos;
por tu fidelidad, que alcanza a las nubes.
Elévate sobre el cielo, Dios mío,
y llene la tierra tu gloria. R.

Aleluya Jn 15, 15b

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

A vosotros os llamo amigos - dice el Señor -;
porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. R.

 

Evangelio: Esto os mando: que os améis unos a otros.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 12-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Este es mí mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más
grande que el que da la vida por sus amigos.

Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.

Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos,
porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis
elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.

De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».

11/05/2023 - Jueves de la 5ª semana de Pascua.

1ª lectura: A mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 15, 7-21

En aquellos días, después de una fuerte discusión, se levantó Pedro y dijo a los apóstoles y a los presbíteros:

«Hermanos, vosotros sabéis que, desde los primeros días, Dios me escogió entre vosotros para que los
gentiles oyeran de mi boca la palabra del Evangelio, y creyeran. Y Dios, que penetra los corazones, ha
dado testimonio a favor de ellos dándoles el Espíritu Santo igual que a nosotros. No hizo distinción entre
ellos y nosotros, pues ha purificado sus corazones con la fe. ¿Por qué, pues ahora intentáis tentar a Dios,
queriendo poner sobre el cuello de esos discípulos un yugo que ni nosotros ni nuestros padres hemos podido
soportar? No; creemos que lo mismo ellos que nosotros nos salvamos por la gracia del Señor Jesús». Toda
la asamblea hizo silencio para escuchar a Bernabé y Pablo, que les contaron los signos y prodigios que Dios
había hecho por medio de ellos entre los gentiles. Cuando terminaron, Santiago tomó la palabra y dijo:

«Escuchadme, hermanos: Simón ha contado como Dios por primera vez se ha dignado escoger para su
nombre un pueblo de entre los gentiles. Con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:

“Después de esto volveré y levantaré de nuevo la choza caída de David; levantaré sus ruinas y la pondré
en pie, para que los demás hombres busquen al Señor, y todos los gentiles sobre los que ha sido invocado
mi nombre: lo dice el Señor, el que hace esto sea conocido desde antiguo”.

Por eso, a mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios; basta escribirles que
se abstengan de la contaminación de los ídolos, de las uniones ilegítimas, de animales estrangulados y de
la sangre. Porque desde tiempos antiguos Moisés tiene en cada ciudad quienes lo predican, ya que es leído
cada sábado en las sinagogas».

Salmo: Sal 95, 1-2a. 2b-3. 10

R. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R.

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R.

Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente» R.

Aleluya Jn 10, 27

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

Mis ovejas escuchan mi voz - dice el Señor -,
y yo las conozco, y ellas me siguen. R.

 

Evangelio: Permaneced en mi amor para que vuestra alegría llegue a plenitud.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 9-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos
de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y
vuestra alegría llegue a plenitud».

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